miércoles, 13 de octubre de 2021

Te miro

Levanto la vista, a pesar de que el vertiginoso mundo sigue su incesante movimiento, y te miro, no me quiero perder cada detalle de tu rostro, a veces relajado, a veces severo, a veces sonriente. Todas tus facetas que me encantan, toda la fuerza que transmites, todo lo que generas. Y el mundo se pone en silencio porque solo estamos tú y yo.

Te das cuenta que te observo cautivo de tu aura, fijas tu vista en mis ojos, los miras llenos de la luz que inspiras, porque reflejan tu brillo, porque sonríen por tener el privilegio de mirarte. Se sorprenden al notar tu atención, porque sienten como si fuera la primera vez que se encuentran con los tuyos y brincan de emoción.

Y el travieso Universo guiña un ojo, porque es consciente de todo el juego que creó para que nos encontráramos, para que en ese espacio virtual, que ni mío ni tuyo nos reunió, la primera vez que concentré mi atención en tus ojos y en todo lo que tenían que decir, claro que no era casualidad, tenía que ser justo de ese modo.

Por que la energía no miente, por que la conexión que sucedió en ese momento fue solo la consecuencia de lo que construimos por separado sin darnos cuenta de que era solo la mitad del puente que en el momento preciso encontró su otra mitad.

Han sido tantas vidas y tantos universos necesarios, para que un buen día simplemente detenga al mundo y al tiempo, respire, levante la mirada y te mire.